TEATRO: Patricia Estremera presenta ‘Tierra de nadie’
Los absurdos vuelven a sorprendernos con una de sus producciones más íntimas: ‘Tierra de nadie’, que podréis encontrar todos los viernes de Mayo en la Sala Nueve Norte de Madrid
La actriz de voz hipnótica: Patricia Estremera de la compañía los Absurdos Teatro, se sumerge en un gran montaje teatral, escrito y dirigido por Alfonso Mendiguchia (que has podido verle en otras de las obras de esta misma compañía).
Margarita, bueno, mejor dicho: Rita Hervaz, la chica que quiere triunfar, nos desvela sus sueños, nos cuenta su vida de manera cercana e íntima. Rita crea, cree y lucha por lo que quiere. Tierra de nadie nos cuenta una gran historia de maduración, de la vida misma, de intentar y apostar por las cosas que queremos aunque las veamos un poco lejanas. De aceptarnos a nosotros mismos tal y cómo somos.
Con una puesta en escena sencilla pero perfecta en general. La escenografía contiene algunos mensajes como por ejemplo las iniciales de los integrantes de la compañía y fechas de alguno de ellos.
Tierra de nadie es el triunfo de la determinación personal sobre los determinantes sociales, familiares, personales… La historia de Rita Hervaz no es diferente a la de tantos jóvenes que un día decidieron salirse de los rieles marcados, de sus nombres impuestos, para hacerse un camino propio… largo o corto, pero propio.
Y es la historia de una persona que busca sus ‘Melodías de Broadway’ pero sin renunciar a participar de lo que pasa a su alrededor, que se involucra en un entorno que no podemos obviar. Rita quiere ser actriz, pero eso es lo de menos, lo mismo podría haber querido ser zapatera, artesana o panadera… Quiere ser ella, no sólo lo que se espera de ella.
Y lo cuenta sin dejar de lado sus miedos, sus incertidumbres, sus decepciones ni sus alegrías. Simplemente lo cuenta, desde el principio, desde la Nochebuena en que se decidió a rebelarse contra el tío vivo regido por la corriente empeñada en marcarnos el destino por encima de nuestros deseos.
Rita busca su novela, su tierra prometida, su ‘Shambala’, con el apoyo de todos, pero sin ser de nadie, como diría Gilda: si fuera un rancho me llamaría Tierra de Nadie.