MÚSICA: Strad, el violinista rebelde llega al Gran Teatro Príncipe Pío
Tras el éxito de “El violinista rebelde”, STRAD presenta su nuevo show “Mundos Opuestos” que comparte nombre con su primer disco. Un show único, mágico e indescriptible para alegrar con la magia de su música estos tiempos tan complejos.
CLÁSICO, ROCK, FLAMENCO, JAZZ, HEAVY O ELECTRÓNICA, NADA SE RESISTE A STRAD, EL VIOLINISTA REBELDE QUE UNE LA MÚSICA A UNA ASOMBROSA Y POTENTE PUESTA EN ESCENA
Tras conseguir un rotundo éxito de crítica y público en sus giras anteriores “STRAD, EL VIOLINISTA REBELDE” y “Confesiones” con las que ha colgado el cartel de “no hay entradas” en Teatros tan impresionantes como el Cartuja Center de Sevilla o el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, STRAD, EL VIOLINISTA REBELDE vuelve con MUNDOS OPUESTOS una gira nacional e internacional a la que acompaña su primer disco.
Con más de un centenar de conciertos en su primera gira, que ha conquistado a la crítica y al público de los teatros más importantes del Mundo, y colgando el cartel de “Entradas Agotadas” una y otra vez; STRAD ¨El Violinista Rebelde¨ presenta su nueva gira ¨Mundos Opuestos¨. Un innovador espectáculo para todos los públicos, todo lo inimaginable se hace realidad, la arrolladora energía de STRAD conseguirá que risas y lágrimas se conviertan converjan como lo hacen los “Mundos Opuestos”.
STRAD ¨El violinista Rebelde¨ o lo que es lo mismo el violinista español Jorge Guillén, considerado como uno de los violinistas más virtuosos del momento, nos presenta junto a su banda este nuevo espectáculo, que fusiona temas propios con clásicos del rock, flamenco, pop o música clásica.
Un show de unos 90 minutos de duración y apto para todos los públicos que pretende que el espectador viaje por diversas emociones a través de todos los estilos musicales en el que el violín siempre es protagonista. Un espectáculo en el que solo importan la música y las emociones tan espectaculares que nos hace sentir.
STRAD combinará dos violines diferentes en el show, uno violín clásico fabricado en Viena en 1700 y un violín eléctrico fabricado en Japón hace poco más de un año. Una muestra de la idiosincrasia del propio artista.