LIBROS: Una distopía trepidante que juega con el tiempo, la memoria y el alma humana

En el agitado panorama de la ficción contemporánea, Juan Jesús Gutiérrez irrumpe con fuerza en el mundo editorial con su primera novela, Arrebol: Eternidad secuestrada, publicada por La Esfera de los Libros. Con un estilo que entrelaza la audacia narrativa de un thriller conspirativo y la irreverencia de la ciencia ficción más especulativa, Gutiérrez propone una historia que va mucho más allá del puro entretenimiento: una reflexión vertiginosa sobre el control, la conciencia y el tiempo.

La premisa es magnética: en el año 2033, Gael recibe un mensaje imposible —un vídeo enviado por su padre, fallecido dos décadas atrás— que alerta sobre una amenaza que no solo pone en peligro el mundo, sino la eternidad misma. Con ese disparo de salida, el autor despliega un viaje repleto de giros, encuentros con hackers antisistema, conspiraciones lunares que reescriben la historia espacial y una figura paterna que es mucho más de lo que aparentaba ser.

“Arrebol” —título que evoca un atardecer que arde antes de la oscuridad— es, en realidad, una metáfora de lo que nos espera al borde del abismo: el secuestro de las almas como concepto central de una distopía que se atreve a coquetear con la filosofía, la tecnología y la metafísica.

Con un pulso narrativo firme, Gutiérrez despliega en 680 páginas una maquinaria argumental minuciosamente diseñada, con diálogos afilados, personajes que evolucionan de forma orgánica y un uso del suspense digno del mejor cine de ciencia ficción. No sorprende viniendo de un autor que ya ha sacudido las redes sociales con microficciones virales y escenarios delirantes pero inquietantemente plausibles. Su salto a la novela larga no solo es sólido, sino contundente.

Lejos de ser una simple intriga futurista, Arrebol plantea interrogantes hondos: ¿qué define nuestra identidad cuando los recuerdos pueden ser manipulados? ¿Hasta qué punto el libre albedrío sobrevive en un mundo gobernado por algoritmos, realidades fragmentadas y herencias tecnológicas?

Es una novela ambiciosa, sí, pero también profundamente humana. Bajo su armazón de ciencia ficción se esconde una historia de amor filial, de pérdida y de búsqueda de sentido en medio del caos digital. Y es ahí donde Gutiérrez brilla con una sensibilidad que equilibra el vértigo tecnológico con la emoción más íntima.

Arrebol es una apuesta valiente, compleja y adictiva. Un debut literario que no solo promete, sino que ya cumple. Para quienes buscan algo más que una historia —una experiencia narrativa que desafíe los límites de la imaginación— esta novela será una lectura inolvidable.