CRÍTICA: “HALMA”, una batalla dialéctica para el recuerdo

 

 

En un presente de pasados olvidados,  el Centro Dramático Nacional ha llevado a cabo el ciclo “En letra grande”, que persigue la recuperación de la memoria de personalidades relevantes para la escena española que no han gozado de reconocimiento. Cuatro dramaturgas honran la memoria de compañeras de las que nadie ha oído hablar en la sala El Mirlo Blanco del Teatro Valle Inclán.

Yolanda García Serrano ha tenido la oportunidad de descubrir la historia de Halma Angélico y la ha presentado como un tesoro, con Ana Villa y Enrique Asenjo como protagonistas. Se nos presenta una conversación entre la dramaturga que ha adaptado “Ak y la Humanidad”, obra posteriormente retirada del Teatro Español, y Manuel González, el actor principal de la obra. Halma Angélico era el pseudónimo de Maria Francisca Clar Margarit, escritora prolífica perteneciente a la generación del 27 que fue derrotada por el odio en un momento en que el amor resultaba demasiado amenazante.

En plena guerra civil, el espacio nos traslada a un oasis de belleza y poesía en medio del desastre. La inevitable contemporaneidad me remueve por dentro y me invade la incertidumbre mientras contemplo el combate dialéctico. Dos personas educadas en dos realidades diferentes, ¿Pueden llegar a entenderse?; Cómo se defiende una postura cuando no puedes entender la otra, cómo todo parece sencillo desde una “posición de privilegio” y cómo es vivir en una sociedad en la que ese concepto todavía no ha desaparecido. Carlos Aparicio (Escenografía y vestuario), Manuel Fuster (Iluminación) y Mariano Díaz (Música) componen el equipo artístico que ha creado la atmósfera de Halma.

La energía de Ana Villa, transformada en emoción y canalizada a través de unas lágrimas que dicen tanto como las palabras, se entrelaza con la elocuencia calmada de Enrique Asenjo. Así nace un universo de detalles y matices, un duelo intelectual de razones y circunstancias, de perspectivas y realidades. La autora, con esta propuesta, nos pone delante un espejo que rescata del olvido  una historia cuya esencia sigue latente casi ochenta años después: las ideas no tienen género. El desprecio no puede hacer desaparecer lo que ya ha sido y seguir creando es la estrategia más poderosa.Halma permanecerá en cartel hasta el domingo 3 de marzo.