SALUD: ¿Soy intolerante a la lactosa?

Hablamos con Juan Antonio Artigas (Country Manager Disolut Spain) y nos cuenta todas las curiosidades y ayudas sobre la lactosa.

La intolerancia a la lactosa es más común de lo que se cree y por curioso que parezca, es normal. La llamada “persistencia a la lactasa” (ser tolerante) tiene su origen en una mutación del gen (MCM6) que hace mucho tiempo desarrollaron ciertas tribus dedicadas a la ganadería, que consumían leche en edad adulta para5compensar que la agricultura no daba lo suficiente (normalmente por cuestiones climáticas).
Así que, si eres intolerante a la lactosa, no eres un bicho raro. En cualquier caso, si te quieres dar un capricho lácteo, la marca holandesa especializada en intolerancias alimentarias Disolut te ofrece múltiples opciones para poder sobrellevar esta intolerancia. 

Pero, antes de nada, algunos matices sobre las diferentes intolerancias a la lactosa. Existen tres tipos: 

• Intolerancia primaria a la lactosa: la producción de lactasa disminuye con la edad. 
• Intolerancia secundaria a la lactosa: se desarrolla tras un daño en la pared intestinal. 
• Intolerancia congénita a la lactosa: completamente intolerante a la lactosa desde el nacimiento.

Y, además, tenemos diferentes grados de intolerancia y diferentes estilos de vida. Por ello, es importante conocer varias soluciones.

Gotas de lactasa: sirven para eliminar la lactosa de productos lácteos no agrios como la leche, los yogures, la nata, etc. Simplemente deben verterse unas pocas gotas, dejar reposar y en 24 horas habremos “convertido” el 90% de la lactosa, haciendo el producto digerible. (Ejemplo: Lactase Drops )

Comprimidos y tabletas de lactasa: proporcionan la enzima lactasa necesaria para descomponer la lactosa. Su uso es muy sencillo: justo antes de ingerir un alimento que contenga lactosa, se toman las pastillas y su efecto, que suele durar entre 30 y 45 minutos, consiste en descomponer la lactosa. Aquí la clave son las llamadas FCC que miden la concentración de lactasa y por tanto la capacidad para descomponer más o menos cantidad de lactosa en función del grado de intolerancia. Existen concentraciones entre las 2.500 y las 20.000 FCC en función de la necesidad. Siempre es recomendable el concurso de un médico o nutricionista clínico para dar con la dosis correcta. (Ejemplo: Lactase Forte 10.000FCC ) 

Probióticos precursores de la lactasa: cuando la intolerancia es severa o por diversas causas no siempre llevamos las pastillas de lactasa encima (por ejemplo, adolescentes olvidadizos o adultos que viajan o se mueven mucho) la alternativa son las cepas probióticas precursoras de la lactasa. Es un producto que sirve para que el cuerpo genere la lactasa necesaria para absorber la lactosa. Su uso difiere de las cápsulas o tabletas de lactasa tradicionales ya que exige tomarse una cápsula cada mañana, pero permite olvidarse de “llevar las pastillas encima”. Su efecto empieza a notarse al cabo de una semana es la opción ideal para establecer una rutina y olvidarse de estar pendiente de tomarse la lactasa antes ingerir lácteos. (Ejemplo: Once-a-day )

Disolut, es una marca creada por un intolerante a la lactosa, Reimko Hemstra, residente en Holanda. El país de los lácteos. Su intención fue crear él mismo, un suplemento de lactasa “limpio” sin excipientes ni aditivos innecesarios, de calidad y a un precio razonable. De ahí, ha evolucionado hasta convertir su marca en un referente de los complementos alimenticios para múltiples intolerancias. La empresa ha sido reconocida este año por la Monash University y aparece en su listado de productos low FODMAP, asentando así, su misión principal: “queremos que todo el mundo pueda disfrutar de la comida”