CRÍTICA: Una cita en el Tea Rooms

 

Tea Rooms se desarrolla en el Teatro Fernán Gómez, Centro Cultural de la Villa. En un primer momento su estancia sería desde el 10 de marzo al 24 de abril de 2022, ejecutándose un pase diario de martes a sábado (20:30h) y domingo (19:30h). Tras colgar en sucesivas ocasiones “localidades agotadas”, la obra seguirá en cartel hasta el día 30 de abril. La autora es Luisa Carné, mujer de familia humilde, reconocida, aunque tardíamente, por su gran talento entre las mejores escritoras de la generación del 27, en cuyo momento, tuvo que utilizar pseudónimos para la publicación de sus obras y con la Guerra Civil se exilió en México, donde falleció, hizo en 2021, 57 años. La promotora de esta versión de Tea Rooms, es Laila Ripoll, autora y directora de escena con una larga trayectoria profesional y actualmente Directora Artística del teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa. Suelo de parquet, vitrinas de madera con múltiples variedades de pasteles y el material necesario para realizarlos, recipientes de cristal con bombones de diversos sabores, teléfono y libro para anotar citas, un gran escaparate para que se puedan visualizar bien los dulces y el despacho de la gerente del lugar, a diferente altura de la zona de trabajo. Bienvenidos al Tea Rooms

 

Tea Rooms narra la vida de ocho mujeres en inicios de los años 30, teniendo como hilo conductor y centro de las mismas sus respectivos puestos de trabajo en este establecimiento. La diferencia de clases sociales, desigualdad de poder entre hombres y mujeres, sobreexigencia y explotación laboral, el conformismo, la revolución, precariedad laboral, sobrecarga familiar, la necesidad y la moral, son algunos de los temas que se ven reflejados en los diálogos y comportamientos de sus personajes.

 

Paula Iwasaki (Matilde) es el único personaje en la obra que utiliza los apartes para referirse al público, lanzando reflexiones y expresando opinión y emoción paralelamente a lo que ocurre en la obra “la sociedad está podrida” expresa en varias ocasiones. Silvia de Pé (Encargada) refleja en su piel algo muy interesante; por un lado, la desigualdad de poder que existe entre encargada-trabajadora (algo que se aprecia en el trato poco empático que da a las mismas) y, a su vez, su propia posición de inferioridad y entrega ante el jefe. María Álvarez (Antonia) es la trabajadora que lleva más tiempo en Tea Rooms, parece la persona más conformista a lo largo de la trama, pero guarda con ella un secreto que denota un atisbo de sublevación. Carolina Rubio (Laurita/Rosa), como Laurita, realiza una interpretación muy rica y llena de humor que se aprecia tanto en lo que hace como en lo que dice. Refleja en su posición un juego muy interesante: los privilegios que conlleva ser familia del jefe ante la encargada y frente a las trabajadoras y, por otra parte, su relación con las últimas cuando la encargada no está presente. Como Rosa, se visualiza el coraje y la sublevación ante el engaño y la desigualdad de clases sociales. Elizabet Altube (Trini) acoge a un personaje lleno de ideales liberales y esperanza por el cambio. Por último, Clara Cabrera (Felisa/Marta), denota como Felisa, un personaje locuaz y lleno de ganas al que le cambia la vida por cometer un error. Y, como Marta, el esfuerzo ante la precariedad y la necesidad y hasta dónde te puede llevar la misma. 

 

A nivel de producción, llama mucho la atención, el juego entre lo que sucede en escena con las actrices y la proyección de lo que sucede en la calle, donde intervienen las propias actrices y otros personajes que se mencionan, pero no aparecen en escena. El vestuario de todas las actrices es principalmente el uniforme de trabajo del Tea Rooms, pudiéndose observar en alguna ocasión cuando se cambian los personajes, la diferencia entre vestidos de clase alta y baja. 

 

En conjunto, la obra de Tea Rooms detalla problemas que ocurrían a principios de los años 30, pero que, a día de hoy, siguen muy presentes en la sociedad. Es un espectáculo que te hace reflexionar, tomar consciencia y perspectiva ante la situación. Te hace conectar con sus personajes, con la vida de las mismas y sus preocupaciones, que de una forma u otra, pueden ser las tuyas. Razones por las cuáles, merece la pena ir al teatro. “La sociedad está podrida” ¿Qué podríamos hacer para cambiarla?

 

Datos de interés

  • Lugar: Sala Jardiel Poncela – Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa (Pl. de Colón, 4, 28001 Madrid)
  • Fechas: Del 10 de marzo al 24 de abril (PRORROGADA hasta el 30 de abril)
  • Horario: De martes a sábado a las 20:30 horas. Domingos y festivos a las 19:30 horas
  • Precio: Entrada general – 18€           Venta anticipada – 15€   Martes y miércoles – 15€ (día del espectador)
  • Venta de entradas: Web Teatro Fernán Gómez