CRÍTICA: ‘Victoria viene a Cenar’, un exquisito Duelo escénico sobre el sufragio femenino en España, al que no puedes dejar de asistir

Por Marco Román

 

 

¿Cuánto estarías dispuesto a perder por defender tus ideales? ¿Cuánto sabemos acerca de la verdad sobre el sufragio femenino en España? ¿Quiénes eran realmente Clara Campo Amor y Victoria Kent?

“Victoria viene a cenar”; nos habla de todo lo que realmente no nos contaron sobre la vida de estas dos poderosas y adelantadas mujeres para su época. Dos seres increíbles, que no solo dejaron un legado. Sino que además, se dejaron la piel por tratar de conseguir que cambiase la vida de miles de mujeres en una España de 1930. Una España, que no permitía bajo ningún concepto que la mujer tuviera voz y vida sobre el régimen político.

Pero más allá de ello, esta maravillosa joya teatral, escrita por Olga Mínguez Pastor. Tan bien concebida en todos sus aspectos; guarda una poderosa mezcla, tanto en la minimalista, sutil y poderosa puesta en escena, como en las tan bien logradas, y desgarradoras caracterizaciones de dos grandes actrices, como lo son Tiffany Guarch y Rebeca Fer. Actrices, que hacen que te emociones a cada minuto. Y que aun sabiendo lo que en teoría conoces sobre la vida de sus personajes, no dejan de mantenerte en vilo sentado en la butaca, hasta que acaba la pieza.
Dos maravillosas interpretaciones de dos mujeres, que sin lugar a dudas llevan el teatro y la pasión en sus venas, demostrándolo con cada palabra dicha a lo largo de la pieza.

Desde el primer minuto vemos en el escenario a el personaje de Clara campo Amor, que ya te hace sentirte dentro de su casa, y protagonista de su historia, mientras espera su tan ansiada y atemporal visita como lo es Victoria Kent. Dos enemigas políticas, pero hermanas de alma y pensamiento que en un principio , nos cuentan de primera mano, sus vidas, en medio de una copa de vino navarro. Un vino, que, como la sangre misma, despertará poco a poco una indomable batalla escénica entre estos dos personajes.

Luego, con una encantadora propuesta de teatro inmersivo, y con un juego escénico poderosamente delicado, te transporta al mismísimo lugar de los hechos en el que se hizo esta historia, y te nombra testigo presencial de este gran acontecimiento.
Victoria viene a cenar, es, a fin de cuentas. Un canto a la vida, al destierro político y humano, y al alma incansable de miles de mujeres españolas, que han hecho y seguirán haciendo historia.

Con una segunda y exitosa temporada en los Teatros Luchana, esta pieza debe ser vista, y representada mil veces más. Y la invitación es sin duda a no dejar pasar una pieza tan maravillosa, que no te dejará indiferente, cuando se enciendan las luces y se acabe la función.

“Larga vida, a esta pieza, su gran directora, sus increíbles actrices y su maravilloso equipo”

A ellas, y a todas las que ya no están. Mil gracias.