TV: Marta, ganadora de ‘MasterChef 6’ en una final de récord
- Marta: “MasterChef me ha regalado una nueva vida”
- Fue la mejor reproduciendo dos platos siguiendo los pasos del chef Oriol Castro, y Ketty consiguió ser la segunda duelista cocinando dos platos del menú degustación de Pepe en El Bohío
- En el duelo final, versionó recetas tradicionales con técnicas de vanguardia, mientras que Ketty optó por platos que homenajeaban a su tierra, Cuba, con sabores muy exóticos y tropicales
- El menú ganador: una versión del gazpacho, una caldereta de langosta y salmonete y, de postre, macarons de frambuesa, que conquistaron al jurado y al chef invitado: Mauro Colagreco
- Además del trofeo que la acredita como ganadora de la sexta edición de ‘MasterChef’, Marta ha conseguido 100.000 euros, la publicación de su propio libro de cocina y un Máster en el Basque Culinary Center
- Éxito en las redes sociales: fue trending topic anoche y continúa esta mañana, con 25.200 tweets y 9,4 millones de impresiones
- La 1 lideró el lunes (14,5%), el prime time (16,6%) y el late night (32,3%)
Marta se proclamó este lunes ganadora de la sexta edición de ‘MasterChef’. El talent culinario de La 1 se despidió con récord de temporada: 2.968.000 espectadores y 27,7% de cuota.
‘MasterChef 6’ terminó la temporada como líder del día, del prime time y del late night. El concurso reunió en algún momento a 6.277.000 telespectadores. Logró el minuto de oro a las 23:20 horas con 3.563.000 personas y 22,9% de cuota de pantalla, en una jornada en la que La 1 fue la cadena más vista con un 14,5% y se impuso en las franjas de máxima audiencia (16,6%) y late night (32,3%). La sexta temporada logra una media de 2.542.000 espectadores y un 18% de aceptación.
El programa triunfó además en redes sociales. Anoche se escribieron cerca de 25.200 tweets durante la emisión, que generaron 9,4 millones de impresiones. ‘MasterChef’ fue trending topic toda la noche y continúa siéndolo esta mañana.
“MasterChef me ha regalado una nueva vida”
“¡Soy la ganadora de MasterChef 6! No me lo puedo creer. Hoy me voy a acostar siendo la persona más feliz del mundo. ‘MasterChef’ me acaba de regalar una vida nueva y la pienso aprovechar. Esta experiencia me ha enseñado que, si creo en mí, si le pongo ganas en todo lo que hago y si disfruto, puedo superar todo lo que me proponga. Desde hoy voy a ser imparable”, señaló Marta, la ganadora de la sexta edición de ‘MasterChef’, que no terminada de creer que había sido la gran vencedora.
Marta, Ketty, Toni y Oxana entraron confiados e ilusionados a la gran final, pero solo Ketty y Marta lograron convertirse en duelistas del talent culinario más duro del mundo. “Ha sido una de las finales más reñidas de la historia de ‘MasterChef’. Las dos habéis trabajado mucho y habéis llegado a este reto con esfuerzo, sudor y lágrimas. Estamos muy satisfechos con el menú que habéis diseñado y elaborado para esta gran final. Independientemente de quien sea la ganadora de ‘MasterChef 6’, las dos estáis preparadas para emprender una carrera como chefs profesionales. Felicidades a las dos”, afirmaron los jueces antes de proclamar a la madrileña como ganadora.
Una madrileña inquieta e insegura
Esta inquieta, habladora e insegura madrileña de 23 años, que está a punto de graduarse en Nutrición y Dietética, comenzó a cocinar porque su padre se apuntó a clases de cocina. Le encantaba practicar con él en casa, porque para ella la cocina es familia y una manera de expresar su creatividad. Se apuntó al programa porque “quería vivir una experiencia única” y durante estos meses ha vivido “la mejor etapa” de su vida. “MasterChef ya no me puede dar más: crecimiento personal, creer en mí misma, unos amigos que se van a convertir en familia, poder estudiar en Basque Culinary Center… ¿Qué más puedo pedir?”, preguntaba entusiasmada al conocer que cumplirá otro de sus sueños: formarse en el prestigioso Basque Culinary Center, cursando un Máster en Cocina, Técnica y Producto. Además, ha obtenido el trofeo que le acredita como ganadora de la sexta edición de ‘MasterChef’, los 100.000 euros del premio económico y su propio libro de cocina con la editorial Espasa, que saldrá a la venta el próximo 16 de julio.
A pesar de su inseguridad, los jueces vieron que tenía “un don”, especialmente para la repostería, y les encantaba verla trabajar por la magia que transmitía cuando estaba entre fogones. “Eres una persona preciosa, por dentro y por fuera, y la alumna ideal. Porque eres humilde, porque te esfuerzas, porque lo das todo, porque te encantan tus compañeros y te desvives por ellos. Tienes mil millones de virtudes que hace que se te quiera. Encima, amas nuestro oficio y tienes devoción por él y quieres aprender. Si eres la estudiante ideal, fácilmente puedes llegar a ser una gran cocinera”, dijo Jordi Cruz, el juez que le entregó el delantal en la última prueba de casting y uno de los más críticos con sus platos a lo largo de la competición.
A partir de ahora, su sueño es unir sus dos pasiones: la cocina y la nutrición, gracias a la cual conoce las propiedades de los alimentos, con los que es capaz de crear platos equilibrados. En un futuro le gustaría montar un catering de postres saludables, además de enseñar a la gente a alimentarse bien.
Dos “hermanas” en el duelo final
En el gran duelo final, Marta tuvo que medirse a Ketty, su gran amiga y “hermana”, algo que le hacía especial ilusión. “Haber aprendido tanto, haber compartido tanto y haber llegado hasta aquí es súper emocionante. No quiero que en el último reto perdamos todo el cariño que nos tenemos. Quiero que lo hagas fenomenal, que así yo también estaré contenta y estaré muy feliz si ganas tú”, expuso Marta antes de empezar a trabajar en uno de los duelos más duros de todas las ediciones.
Marta consiguió la chaquetilla tras cocinar dos increíbles platos de los chefs del restaurante Disfutar, Oriol Castro y Mateu Casañas: Las aceitunas del Disfrutar, una Gilda reinventada con caballa marinada, y un sorprendente plato de macarrones carbonara. “He sudado. He sufrido un poco, pero estoy contenta por haber sabido reengancharme y acabar a tiempo las elaboraciones, porque había un momento en el que creía que no llegaba”, aseguró Marta durante la cata. “Hacer dos platos a la vez es para una gran final, porque tienen mucha complejidad. Has hecho muy buenos platos. Está perfecto y rico”, le felicitó Oriol Castro.
Por su parte, Ketty consiguió llegar al duelo final tras conquistar al jurado cocinando dos platos del menú degustación diseñado por Pepe Rodríguez (una estrella Michelin), la prueba más exigente de todas la realizadas a lo largo de la competición. Ketty abordó la prueba con valentía, aun sabiendo que el postre no era su punto fuerte. Aunque se le atragantaron algunas de las elaboraciones dulces, fue superior a sus compañeros Toni y Oxana.
Platos dignos de auténtico chef
El jurado tuvo el privilegio de contar con el chef argentino Mauro Colagreco para catar y evaluar los platos elaborados por las finalistas. Marta cocinó un menú centrado en el producto, versionando recetas tradicionales con técnicas de vanguardia, mientras que su rival Ketty hizo un homenaje a su tierra con sabores muy exóticos y tropicales.
El primer plato que sirvió Marta era una interpretación del gazpacho, elaborada con esferas de agua de tomate, cebolla morada encurtida con mirim, chips de tomate cherry, una quenelle de pepino osmotizado en mirim, brunoise de gamba roja y aire ligero de pimiento verde. Sin ajo, ya que no le gusta. Para el jurado estaba bien ejecutado técnicamente y era un plato muy estético, aunque le recomendaron que le diera una vuelta al nombre. “Es alucinante ver lo que has creado en este plato, que piensas como una auténtica cocinera”, destacó Samantha Vallejo-Nágera.
Como plato principal, sirvió una caldereta de langosta y salmonete con sal de escamas y caviar de coral que dejó a todos con la boca abierta. “La idea de base es muy buena, porque has jugado con las texturas, que es algo que aporta una tercera dimensión en los platos. Tiene estética, tiene texturas, las cocciones no están mal… Es sabroso”, sentenció el chef Mauro Colagreco. “Hacer un plato tradicional, de una forma más liviana, con los puntos de cocción exactos, es brillar”, le felicitó Pepe Rodríguez. Incluso Samantha Vallejo-Nágera comentó que este plato podría estar en cualquier menú de un restaurante de estrella Michelin.
Para finalizar, sirvió macarons de frambuesa de postre, todo un reto para ella por la complicación técnica. “Estoy viendo mis macarons y estoy orgullosísima. Doy saltos de alegría. Este sí que es mi plato. Esta soy yo. Así que espero que lo disfruten”, dijo antes de que los jueces y el chef invitado lo cataran. “Yo me formé en París, en la ciudad del macaron. Soy muy amigo de Pierre Hermé, Monsieur macarons. La verdad es que es una técnica muy difícil y el resultado es muy bueno. Bravo”, comentó el chef invitado. A lo que Pepe Rodríguez añadió: “Es un gran postre. Me tapo los ojos y creo que me los estoy comiendo en París. Le va el chocolate y le va el helado”.
Un menú cubano en el duelo final
Para el duelo final, Ketty comenzó el menú con ensalada de rape, cigala y buey de mar, con cúpula de coco infusionado en marisco. Mauro Colagreco dijo que era un plato interesante, aunque con algunos errores. “Aquí nos has enseñado la gallego-cubana que llevas dentro, con las técnicas que has aprendido en ‘MasterChef’. Es un plato interesante, atrevido y me encanta ver tu evolución y cómo lo has hecho. Faltan cosas, pero me divierte”, reconoció Samantha Vallejo-Nágera.
Continuó con raya en su jugo con ensalada de hinojos con caviar de pomelo, un plato que sirvió en sala con muchos nervios. “La cocción está bien, es interesante el juego con los cítricos. Has ido más al Mediterráneo y me gusta”, dijo el chef invitado. En cambio, para Jordi Cruz “el emplatado es bastante basto y no luce en el plato. Es un pescado complicado. Has logrado que esté cocinado, que esté un poquito flojo por el aliño, pero compensa el sabor de la ensalada aliñada de más, que le quita protagonismo a la raya”.
Y el punto dulce lo puso con un Cubalibre llevado a la repostería, con un bizcocho infusionado con almíbar de cola, un granizado de limón, una gelatina de azúcar moscovado y aire de ron de Cuba. “Me gusta la idea. Me gusta que me transporte a Cuba, que hable de tu tierra. Eres un potro desbocado y eso se nota a la hora de cocinar. Pero ese desorden a veces es tan bonito, cuando se tiene profundidad, se tiene gusto, se tiene pasión y este es tu caso. Y este Cubalibre está muy bien hecho, con pequeños matices”, sentenció Pepe Rodríguez.
Tras la cata, Jordi Cruz quiso felicitar a Ketty por su evolución y por el ‘guiño’ que le hizo al chef en el cocinado. “Me has hecho un regalo muy bonito. Has elegido dos técnicas mías para hacer tu menú de la final, eso me dice que me he ganado tu respeto. Gracias”. A pesar de no haber sido la ganadora, Ketty estaba feliz por todo lo aprendido. Además, continuará su formación en Basque Culinary Center con un curso de pastelería. “Estoy contenta porque ha sido un recorrido bonito y, a pesar de no ser la ganadora, para mí es una nueva vida porque Ketty va a abrir su restaurante sí o sí”, afirmó.
Toni y Oxana, dos duros finalistas
A las puertas de la final se quedaron Oxana y Toni. La aspirante rusa, afincada en Gijón, no consiguió brillar siguiendo los pasos del chef Oriol Castro. Durante la prueba estuvo perdida, midió a ojo las cantidades e improvisó todas sus elaboraciones. Todo lo contrario que Toni, que hizo un trabajo bueno y quedó en segundo lugar. Por pequeñas diferencias fue Marta quién se puso la chaquetilla.
Tuvieron una segunda oportunidad en la cocina del restaurante El Bohío. A Toni le pilló por sorpresa la complejidad del menú, ya que sus platos escondían un trabajo minucioso y mucha técnica. No pudo sacar a tiempo los platos, que estéticamente no tenían nada que ver con los de Pepe Rodríguez. “Tienes talento, capacidad de trabajo y mucha pasión. Así que no te rindas y persigue tu sueño”, le animó Jordi Cruz tras ser eliminado y quedar en cuarta posición.
Oxana, la tercera finalista de ‘MasterChef 6’, también estuvo perdida durante el comienzo del cocinado porque no sabía hacer el ajoblanco, plato que finalmente salió gracias a la ayuda de Pepe Rodríguez. Con la ensalada de quesos manchegos se puso las pilas y, a pesar de estar a punto de quemar la cocina del restaurante, hizo los buñuelos a la primera. Brilló con este plato, que gustó mucho a los comensales y que le valió para ganar un curso de especialización en Basque Culinary Center.